Volamos hoy hasta otro lugar de esos que quitan el hipo. Se trata de
la “Terraza de Minerva”, la parte más alta de un complejo de terrazas
naturales de aguas termales formadas a lo largo de miles de años
conocida como Mammoth Hot Spring, en el Parque Nacional de Yellowstone,
en Estados Unidos.
Entre la infinidad de atractivos de este sorprendente parque
natural, la Minerva Terrace es sin duda una de las más sorprendentes de
todas. Situadas en la zona noroeste del Parque, sobre una colina de
suave pendiente, un manantial de agua termal fluye de forma
intermitente desde hace miles de años, formando lentamente las terrazas
de carbonato de calcio más grandes del mundo. El agua proviene de la
cuenca subterránea del Géiser Norris y en sus épocas más activas puede
llegar a depositar en la ladera hasta dos toneladas de sedimentos de
origen calcáreo, creando nuevas terrazas de formas coloridas y
caprichosas y ampliándose a su antojo, capturando en su camino árboles
centenarios que quedan condenados a una muerte inminente.
Pero la naturaleza es caprichosa y quizás este sea otro de los
alicientes de la Terraza de Minerva, durante largos periodos de tiempo,
que en ocasiones pueden llegar a ser décadas, el agua deja de fluir y
el complejo se seca por completo, el colorido creado por los minerales
y las microorganismos que viven en las aguas termales desaparece y todo
adquiere un color blanquecino. Desde 1890, se han contabilizado dos
periodos de actividad e inactividad, se secó en el año 1900 y no volvió
a fluir hasta 1951. En estos momentos continúa fluyendo (con algún
periodo breve bajo mínimos), pero nadie sabe hasta cuando lo hará, de
modo que si tenéis intención de visitar el lugar no lo aplacéis por
mucho tiempo, no vaya a ser que perdáis la oportunidad.